Atala Sarmiento recibe ataques de médicos en redes tras denunciar negligencia

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Cd. México.- Atala Sarmiento compartió en su cuenta de Twitter una carta en la que explica que está siendo acosada y recibiendo tratos agresivos y amenazantes por parte de varios integrantes del gremio médico luego de que en una columna periodística denunciara que fue víctima de negligencia por parte de un traumatólogo en la Ciudad de México. La conductora condenó las descalificaciones y el hostigamniento que ha recibido tras hacer público un caso que ella vivió y dar el nombre del médico que, asegura, la trató con soberbia y no la ayudó con una lesión en el pie, problema que padece hasta la fecha. “Llevan una semana burlándose de mí, agrediéndome, hostigándome y poniendo en duda mi palabra agremiados como si de grilla politiquera se tratase”, se lee en una parte del documento que ha sido comentado por varios usuarios que se dicen médicos o especilistas en la salud. Sarmiento detalló que a raíz de su escrito, estudiantes de medicina, médicos residentes, médicos especializados, anestesiólogos, traumatólogos, médicos cirujanos, enfermeras y hasta psiquiatras la han atacado y criticado, piniendo en duda su vivencia y defendido al médico en cuestión. “Ninguno de ellos me conoce a nivel relación médico-paciente , y mucho menos a nivel personal pero se han atrevido a ponerme calificativos como: ignorante, prepotente, soberbia, inmamable, engreída. Otros más, que no saben ni de qué se ha tratado esta ‘justa’, solicitan contexto a sus colegas para unirse al trolleo y molestarme”, lamentó. Atala asegura que si los ataques continúan, podría recurrir a instituciones correspondientes para denunciar las amenazas, el acoso y la violencia que ha recibido”. “Muchos me expresan las pocas ganas que sienten de atenderme si fuera su paciente porque escribí sobre su compañero. Yo misma me negaría a poner lo más sagrado de mi vida, mi salud, en manos de alguien que se mueve desde la entraña por algo que no le corresponde, por envolverse en la bandera de una profesión poniéndola por encima de un paciente. Yo también puedo recurrir a las instituciones correspondientes para denunciar amenazas, acoso y violencia contra mí”. En Twitter, la exconductora de “Ventaneando” ha respondido algunos comentarios de cibernautas, quienes después han exhibido que Sarmiento los bloquea. Larga es la carrera académica de la medicina. Si quienes cuidan de nuestra salud nunca dejan de estudiar para reajustarse a lo que dicta la actualidad, sería importante que cada tanto también renovaran su juramento hipocrático. La vida en las aulas culmina con la tradición de llevar a cabo un ritual que marca la iniciación en el mundo profesional de los médicos con el fin de concienciarlos sobre su papel moral dentro de la sociedad, a través del texto escrito por Hipócrates, padre de la medicina, en el siglo V a.C., y que resume los principios éticos a los que habrán de enfrentarse ejerciendo su actividad. Dicho tratado ha tenido varias actualizaciones, la primera en 1948 en la “Declaración de Ginebra” y la más reciente en 2017. Entre otros fundamentos, los médicos juran, por ejemplo: Respetar la autonomía y dignidad del paciente. Compartir los conocimientos médicos en beneficio del paciente y el avance de la salud. Destaco estos dos porque, cada vez que me duele el pie izquierdo, pienso en el traumatólogo que visité cuando me esguincé durante unas vacaciones. En mi primera visita tardó 45 minutos en hacerme pasar a la consulta. Nerviosa de poner en riesgo mi llegada puntual al programa de televisión en el que trabajaba, pregunté 2 veces si era posible entrar o cambiar la cita para otro día en que el médico no estuviera tan ocupado. En mi segunda revisión, al parecer, hubo una confusión creada por la recepcionista quien anotó una hora en la agenda del médico y otra, más tarde, en la mía. Me presenté solo con 5 minutos de atraso en la recepción anunciando mi llegada. Esta vez me tocó esperar al médico dos horas, una en la admisión y otra acostada en una camilla en el cuarto de revisión. El Doctor Gonzalo Vazquez Vela Jonhson decidió revisar a todos los pacientes que habían llegado esa tarde, incluso los que llegaron mucho después que yo. No conforme con eso, también atendió a dos o tres representantes de laboratorios. Cuando el consultorio quedó completamente vacío, se dignó a revisarme. No tardó ni 5 minutos en mirarme el pie para pedirme luego que lo acompañara a la oficina. Una vez allí, con mala cara y modos, escribiendo en su computadora y sin si quiera mirarme, espetó: “Perdona la demora, pero llegaste tarde a tu cita”. Yo le expliqué la presunta confusión horaria. Ante el desacuerdo, el médico dijo que no lo iba a tener que esperar nunca más pues esa era mi última consulta dándome un alta anticipado. Evidentemente la lesión no había sanado y, obviamente, a la fecha, sigo teniendo problemas por esa lesión. “Hago estas promesas solemne y libremente bajo mi palabra de honor” termina rezando el juramento. La pena es que hay médicos que olvidan sus promesas, y cuyas palabras carecen de honor ¿Qué diría Hipócrates? POR ATALA SARMIENTO [email protected] @ATASARMI