Chilpancingo vive tercer día de tensión por enfrentamientos y sicosis ciudadana

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Guerrero.- Es el tercer día de tensión en Chilpancingo, capital de Guerrero, esta vez porque ingresaron habitantes de las comunidades del llamado Circuito Azul, el corredor que va del pueblo de Petaquillas hasta el municipio de Quechultenango, y generaron un caos a partir de una protesta que comenzó este mediodía.

Hasta ayer por la tarde, los habitantes se habían enfrentado con policías estatales y elementos de la Guardia Nacional, a quien le quitaron un camión blindado, arribaron a los edificios del Congreso local y del Poder Ejecutivo, donde derribaron puertas con la ayuda del vehículo retenido. También retuvieron, reportaron autoridades, a 10 policías.

Eran más de 2 mil personas las que con piedras, palos y machetes ingresaron en marcha por la parte sur de la ciudad, que les conecta al pueblo de Petaquillas, la salida del corredor de Circuito Azul, donde tiene presencia el grupo criminal de Los Ardillos. Este contingente bloquea hasta es tarde la autopista del Sol.

 

Pero el impacto mayor de este ingreso es el temor que revivieron en la ciudadanía: las calles se vaciaron; todos los que salieron volvieron a guardarse en sus casas. El transporte público paró el servicio ante de las dos de la tarde, porque con los atentados del fin de semana contra choferes, existe una sentencia clara. Los negocios de diferentes puntos de la ciudad que retomaban actividades, de manera particular del centro, volvieron a cerrar ante el temor de que los inconformes llegaran hasta este punto de la ciudad.

De por si este lunes las actividades en Chilpancingo iniciaron con reserva, por ejemplo, no todas las unidades del transporte público, taxis y urvans, retomaron el servicio, tampoco los negocios.

Algunas escuelas suspendieran actividades, como planteles de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), entre ellos la Facultad de Derecho, la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia, y la preparatoria 9.

La preparatoria 1, que está justo en el centro de la ciudad, al lado de la 9, tenía agendada para hoy su clausura de fin de cursos y la suspendió, de acuerdo con un comunicado que colgaron en las redes sociales del plantel. “Se cancela la clausura del lunes 10 de julio de 2023, hasta nuevo aviso”, se lee en el comunicado.

Hasta el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien en la ruta por convertirse en el candidato presidencial de Morena, tenía agendado un evento en Chilpancingo, como parte de su gira de hoy por Guerrero, pero lo suspendió. Estaba programado a las 10:30 horas en el salón Diamante.

El temor ciudadano de hoy no era figurado, porque después de la irrupción de pobladores, alrededor de la una de la tarde, fue atacado a balazos la base de las urnas foráneas del servicio público que van hacia Tlacotepec, cabecera de Heliodoro Castillo. La base está ubicada en la colonia Morelos de Chilpancingo, donde hubo al menos un herido.

Toda esta sicosis ciudadana comenzó el sábado por la tarde después de una serie de ataques a balazos contra choferes del transporte público en la ciudad. El saldo de esa tarde fue de cuatro transportistas asesinados y varios taxis quemados. Una situación similar ocurrió a la misma hora en Tixtla, donde también mataron a un taxista.

Ese mismo sábado las calles de Chilpancingo se vaciaron y los taxistas pararon el servicio. A las nueve de la noche del sábado la ciudad parecía deshabitada. Ayer domingo el panorama también fue similar.

El contexto de los hechos violentos del fin de semana es determinante y ofrece varias luces. El jueves pasado transportistas del llamado Circuito Azul, que cubren Quechultenango, Mochitlán y Chilpancingo, y sumados los de Juan R Escudero, comenzaron un bloqueo de calles en esta ciudad en reclamo de la liberación de sus líderes, Jesús “N” y Bernardo “N”, quienes fueron detenidos por la Policía Estatal por portar cargadores metálicos para fusil AK-47 y, al parecer, estupefacientes; los pusieron a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).

Bloquearon también la calle que esta frente a las instalaciones de la dependencia federal; ahí dejaron algunas de sus unidades como parte de la protesta, pero un grupo intentó quemarles una. Esa misma noche también trataron de incendiar dos taxis locales de Chilpancingo en barrios tradicionales de la ciudad.

Para el sábado, el incendio de unidades fue un hecho. Las autoridades aun no aclaran si los autores son de la gente de Circuito Azul o de contrarios a ellos.

En medio de esos hechos del sábado, los transportistas de este circuito retiraron los bloqueos en la ciudad; pero otro contingente de la zona volvió hoy.

Otro elemento que antecede a estos hechos en Chilpancingo es el caso de la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez. El 5 de julio, a través de imágenes que circularon en redes sociales, exhibieron el momento en que estaba reunida con uno de los presuntos líderes del grupo criminal de Los Ardillos, originarios de Quechultenango, ubicado en ese Circuito Azul de donde provienen los habitantes que ingresaron hoy y los que protestaron la semana pasada.

Desde el día que fue exhibida, la alcaldesa dejó de hacer apariciones públicas en Chilpancingo hasta esta mañana que encabezó su conferencia de los lunes, donde dijo que el caso que la involucra es un golpeteo político.

“Les quiero decir que todo esto es un golpeteo político de mis adversarios y de personas que han perdido sus privilegios por la lucha que hemos emprendido contra la corrupción, ese es el origen de todo esto”, dijo a días del encuentro con el presunto líder de Los Ardillos y en medio del caos en la ciudad.

Parecía que hoy las actividades serían retomadas en la ciudad después de un fin de semana complicado, pero todo volvió a la tensión, y después al caos, con el ingreso de los habitantes del corredor que viene de Quechultenango por la misma razón, la detención de los líderes transportistas.

Más tarde diría una persona del contingente que son pobladores de los municipios de Chilapa, Hueycantenango, Acatepec, Atlixtac y Quechuntenango, porque quieren una audiencia con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, ante la necesidad de puentes y caminos en sus comunidades. En esta parte del estado, de acuerdo a reportes anteriores de autoridades, también tienen presencia Los Ardillos.

El contingente de la marcha partió desde la comunidad de Petaquillas rumbo a esta ciudad, sobre careta federal Acapulco-Chilpancingo. Al llegar a la altura del cuartel de la Guardia Nacional, ubicado sobre la misma carretera, tuvieron un enfrentamiento con los elementos; los habitantes replegaron a los agentes hacia la entrada de Chilpancingo y siguieron su marcha.

Fue en ese momento que los pobladores tomaron de rehenes a algunos policías, entre estatales y elementos de la GN, y el camión blindado.

Los policías se adelantaron al contingente y plantaron algunos cercos ya por la Autopista del Sol–al sur de la ciudad, la carretera federal converge con la carretera de cuota–, pero cuando los elementos vieron que los habitantes los superaban en número, huyeron a tropeles.

El contingente siguió y fue que acudió hasta las sedes legislativa y ejecutiva, acciones por las que consiguieron un diálogo con el secretario General de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, pero lo rompieron, por la falta de acuerdo, y los inconformes se instalaron en el Parador del Marqués, sobre la autopista del Sol, lo que impide hasta esta hora el paso hacia Acapulco, o del puerto hacia Ciudad de México.