Matamoros, Tam.- Concluye con éxito el reto de 11 ciclistas Matamorenses al viajar por siete días y recorrer cerca de 500 kilómetros de distancia para terminar el la ciudad cañera de ciudad Mante Tamaulipas, al sur del estado.
La travesía dio inicio en esta frontera, con 11 personas con cascos y a bordo de sus bicicletas, iniciando la aventura, estableciéndose un desafío personal para cada uno de ellos.
Por el gusto de rodar, como ellos lo refieren, prepararon sus bicicletas, aceitaron sus cadenas y se dispusieron simplemente a viajar disfrutando del sol, del aire y de las nuevas experiencias.
Sus integrantes, Valeriano Solis, Jesús Ríos, Carlos Cantu, Olga M. Avila , Ana Laura Almaguer , Liz Ruiz, Marco Antonio Navarro, Guadalupe Pulido, Jesús Villa Barragan, Mariana Blanco, Rafael Hinojosa, nuevamente regresaran en los próximos días a Matamoros y contar sus hazañas en este viaje.
Valeriano Solis, ciclista integrante de la rodada, y tras concluir 458 kilómetros de viaje, afirmo que esta aventura es la primera de muchas otras que se esperan vivir, pues estas vivencias son las que hacen la diferencia.
Dio a conocer que dentro de este pequeño grupo, surgió la inquietud, con la idea inicial de Liz Ruiz, que tiempo después se convirtió un una realidad tangible al darle forma con la organización y la logística de Carlos Cantu Martinez, cristalizandose el día de la salida desde el Centro de Convenciones Mundo Nuevo el pasado 30 de Octubre, teniendo como meta, ciudad Mante.
Los ciclistas aventureros, de juventud acumulada, se colgaron sus mochilas y realizaron su primer parada en el kilometro 80, en el municipio de San German para pernoctar y continuar su viaje al siguiente día, haciendo de San Fernando su segunda lugar para descansar.
Pedaleando, como ellos lo llaman, continuaron su camino recorriendo los municipios de Padilla, ciudad Victoria, Xicoténcatl y finalmente lograr el objetivo del ultimo tramo de 110 km al llegar a Cd. Mante la tarde de este viernes.
” Somos 11 personas, diferentes en ideas, valores y creencias, no habemos dos iguales, pero con un mismo gusto, el gusto de rodar, pues la bicicleta es mágica, nos da energía, es anedralina pura y nos abre una ventana para nuevas experiencias y lugares por conocer ” aseguró Solis.
El viaje estuvo padrísimo y sin contratiempos, aseguro, fueron siete días de vivencias con todo el entusiasmo, con el pensamiento positivo que se lograría.
Cada uno de los integrantes de este grupo, ruedan tres veces a la semana en rodadas urbanas, paseos y retos de distancia menores a los 100 kilómetros, y esperan la apertura de los puentes internacionales para retornar a las rodadas binacionales que les permitan continuar disfrutando de los viajes y la naturaleza.
Finalmente dieron a conocer que al concluir este desafío, se establece la pauta para proyectar nuevas metas de este grupo de ciclistas aventureros.
