Irán venció a Jordania en un juego de selecciones femeniles. Hasta ahí todo parecía normal. El juego terminó empatado en tiempo regular y de definió en penaltis.
En la tanda, la portera de Irán destacó, detuvo dos penaltis y de ahí se desató el problema.
Después del partido, la Federación de Futbol de Jordania presentó una denuncia ante la FIFA de que la guardameta iraní era un hombre, no una mujer, y envió una carta oficial.
En la petición enviada a la FIFA por la Federación de Futbol de Jordania, dice: “Si hay alguna duda sobre la identidad de un jugador para jugar, se debe abrir una investigación de inmediato. Invitamos a la FIFA a tomar medidas al respecto”.
La seleccionadora iraní Maryam Irandoust dijo que las acusaciones son “pretextos falsos para no aceptar la derrota” y se mostró dispuesta a “suministrar todo documento requerido”.
Agregó que el “personal médico ha examinado escrupulosamente a cada jugadora del equipo nacional para comprobar las hormonas y evitar cualquier problema”.
Zohreh Koudaei, quién desde hace dos años juega con el equipo nacional iraní, dijo sobre las declaraciones contra su persona: “Demandaré a la Federación de Futbol de Jordania, soy una mujer. Esto es intimidación”.
