PAN regresa al Angel de la Independencia 23 años después

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Cd. México.- A 23 años de la apoteósica celebración de Vicente Fox Quesada en la glorieta del Ángel de la Independencia por el triunfo electoral del año 2000, con el que sacó al PRI de Los Pinos, el PAN regresó a ese emblemático lugar donde el guanajuatense inició con la esperanza del cambio.

La diferencia es que ahora Acción Nacional se unió a sus antiguos adversarios del partido tricolor y del PRD, además de que se sumaron organizaciones de la sociedad civil para postular a una mujer como responsable de la construcción del Frente Amplio por México y virtual candidata presidencial rumbo a las elecciones federales del próximo año: Xóchitl Gálvez Ruiz.

Desde las 6 de la mañana comenzaron a llegar los primeros contingentes de apoyo a la senadora panista, movilizados por las estructuras partidistas. Los priistas fueron los primeros en hacer su arribo y ocuparon los espacios más cercanos al templete, luego llegaron los panistas y al final los perredistas, todos con banderines con colores y logotipos de sus respectivos partidos.

Más tarde, el Paseo de la Reforma dio paso a la “marea rosa” que fue desplazada por militantes y simpatizantes de los tres partidos aliados, a pesar de que la convocatoria de la propia Xóchitl Gálvez Ruiz había sido para que la sociedad civil, las ciudadanas y ciudadanos sin partido fueran los que la acompañaran a recibir su constancia.

“Nosotros decidimos venirnos para atrás porque allá enfrente hay muchas banderas de colores y la sociedad civil preferimos estar juntitos aquí. La idea era que este domingo fuera rosa, no de los colores de los partidos. Se trataba de venir de rosa. Xóchitl ha estado ya demasiado con los partidos políticos. Este se supone que iba a ser un evento para ciudadanos”, expresó Amado Avendaño, vocero del Frente Cívico Nacional, al reprochar el “agandalle” de los partidos políticos, que movilizaron a sus “fuerzas vivas”.

Al final, ciudadanos y partidos políticos se unieron en una sola voz: “¡Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl!”; “¡Presidenta, presidenta, presidenta!”.

“¡México, México, México!”, “¡Xóchitl presidenta!”; “¡No estás sola!”, fueron algunas de las consignas que se escucharon durante la jornada.

La senadora panista llegó al filo de las 10:10 horas al restaurante Prime Steak Club, que se encuentra frente al Ángel de la Independencia, acompañada de sus dos hijos: Diana y Juan Pablo.

Ahí recibió a sus invitados especiales, representantes de la sociedad civil: Cecilia Flores, madre buscadora de Sonora; Elsa Ortigoza, mujer pepenadora, y Nicolás Olguín, presidente de Bienes Comunales de la comunidad indígena de Dios Padre, en Ixmiquilpan, Hidalgo, con quienes dialogó unos minutos.

Luego salió del restaurante y caminó entre cientos de personas que la querían ver de cerca hacia el templete. Jóvenes del FAM encargados de abrirle paso sufrieron la “gota gorda” para lograr que la legisladora pudiera pasar ilesa por la zona donde decenas de reporteros, con cámaras y micrófonos, la esperaban para captar algunas palabras.

Xóchitl fue arropada por los líderes del FAM, pero la ausencia más notable fue la de la senadora priista Beatriz Paredes, su contrincante principal dentro de la contienda interna. Tampoco asistió el senador perredista Miguel Ángel Mancera, quien no ha definido su respaldo al proceso.

Entre los aspirantes que la acompañaron en este acto destacaron el diputado panista con licencia Santiago Creel y el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid, quien fue recibido con aplausos por algunos de los asistentes que corearon su nombre, “¡Enrique, Enrique!”.

Algunos dirigentes de la sociedad civil, como el empresario Claudio X. González, se mezclaron entre la gente de la “marea rosa”.

Al concluir su mensaje, de 23 minutos, que fue interrumpido varias ocasiones con aplausos y porras, y después de entonar el Himno Nacional, Gálvez Ruiz subió las escalinatas de la glorieta del Ángel, donde saludó a muchos de sus simpatizantes que la rodearon y le pidieron fotos y selfies.

Luego, entre el tumulto pudo abordar su camioneta, pero al ver que la gente seguía coreando su nombre y pidiéndole un saludo, abrió la puerta y se subió en el estribo para agradecer al respaldo de sus simpatizantes.

Antes de retirarse ondeó una bandera nacional, hizo un corazón con ambas manos y se despidió con un: ¡Gracias, no les voy a fallar!, ante la algarabía de los Xóchitlovers.